La comunidad húngara residente en Madrid conmemoró el pasado día 19 de marzo la Revolución y Lucha por la Libertad de 1848-49, así como a sus héroes. La conmemoración este año fue acogida por el Consulado de Hungría en Madrid, en cuyo edificio inauguramos la placa conmemorativa del Embajador real Ferenc Marosy y de la Real Legación húngara que funcionó en Madrid entre los años 1949 y 1969. En la ceremonia, que debido a la lluvia tuvo que dar comienzo dentro de las dependencias consulares, la Embajadora Enikő Győri ofreció un solemne discurso con motivo de la fiesta nacional, en el que rindió homenaje a los héroes de la revolución, así como a todos aquellos quienes sirvieron al pueblo húngaro manteniéndose fieles a su vocación y juramento, hasta que pudieron. Uno de estas personas fue Ferenc Marosy, antiguo Embajador real, quien tras la Segunda Guerra Mundial, gestionó en Madrid, con el apoyo del Archiduque Ottó Habsburgo, la Real Legación que representaba los intereses de los húngaros en una época cuando ni siquiera existían relaciones diplomáticas entre España y la Hungría que se encontraba bajo el régimen comunista. La Real Legación húngara en Madrid, gestionada por Ferenc Marosy ayudó a quienes pudo, bien fueran supervivientes húngaros del Holocausto huídos a España o revolucionarios de 1956. La placa conmemorativa elaborada por Zoltán Fodor-Lengyel fue destapada por el Archiduque Jorge Habsburgo y por la Embajadora de Hungría, Enikő Győri. La Real Legación originalmente se encontraba bajo el número 46 del Paseo de la Castellana, pero posteriormente fue construido un edificio de oficinas en su lugar. Dado que no existía la posibilidad de colocar la placa en el lugar original, la misma finalmente fue acogida por el edificio del Consulado húngaro. 

Pueden leer aquí el discurso de la Embajadora.